viernes, 20 de septiembre de 2013

Hadas de las montañas grutas y cavernas

Con el nombre de “La Hueste” o “La Sluagh” se designa a un grupo de hadas malignas para el hombre. Hay quien dice que son los espíritus de los muertos que no fueron perdonados y que vagan próximos al sitio donde murieron.  Como no obtuvieron el perdón, desean vengarse haciendo daño a los hombres que encuentren en su camino, a los que matan con sus engaños provocándoles alucinaciones causando una muerte que parece suicidio, muchas veces si encuentran un grupo de hombres sus engaños y hechizos los convencen para que se maten entre sí. De día se esconden en cuevas entre las montañas para que no les alcancen los rayos del sol. De noche salen a la superficie y caminan por el bosque buscando a sus víctimas.
Otras hadas que relacionan con la muerte son las Banshee o Bean Sidhe son de mitología celta irlandesa que anuncian la muerte. Etimológicamente Bean  Sidhe proviene del gaélico y significan “mujer hada”.  Cuentan en Irlanda y Escocia que las Banshee se aparecen llorando ante las familias más antiguas del país, anunciándoles la muerte de uno de sus miembros. Si son varias Banshees que se presentan llorando, quiere decir que las persona que va a morir es un miembro muy importante, normalmente el padre.
Explican en Irlanda que la Banshee era la hija menos de uno de los clanes  principales de allí, que murió muy joven y continúa apegada a los de su clase, lo que justifica el hecho de que solo se presenta ante las familias de renombre.  Otras voces apuntan a que las Banshees eran reinas del infierno que bajaron a la tierra e forma de hadas y por eso conocen los secretos de la muerte. 
Por último y no por menor importancia hablaremos de las oreadas, estas son ninfas que habitan las montañas, estas ninfas eran de mucho carácter, aventureras, amantes del riego, que disfrutaban acompañando a la diosa artemisa cuando perseguía a las alimañas en alta montaña. Nunca tenían miedo y se divertían en las alturas.
Estas ninfas son las encargadas de engendrar a los héroes. Entre los hombres suscitan una mezcla de miedo y la admiración. Se les acusa de robar niños, de perturbar a aquellos a quienes se muestran y de volver locos a quienes se dedican a espiarlas. 


Hadas del reino del agua

Un tipo especial y peculiar de hadas son las Odinas, también conocidas como doncellas del agua. De las leyendas nórdicas se sabe que poseen belleza infinita, comúnmente nocturnas y soñadoras, en su mayoría son pequeñas salvo tipos especiales (Dama del lago y la Dama blanca), de facciones finas y con el don especial de rejuvenecer cada que acaba un día; en el crepúsculo pero solo  si se encuentran en el lago, rio o habitad de pertenencia original y si rompieran esta regla y abandonaran dicho lugar perderán la protección y juventud otorgada por el mismo dios Odin.
Son hijas de Odín, fueron concebidas por él y Gna, sirvienta de Frigg (esposa de Odin). Al ser descendientes de un dios tienen un gran poder e importancia en el mundo espiritual  pero también poseen muchos defectos y maldiciones atribuidas gracias a sus enemigos, en especial Frigg. Los poderes de estas hadas decrecen notablemente los todos los días viernes (Friday viene de la antigua lengua anglosajona y significa Frigg), por lo que están desprotegidas y vulnerables a cualquier ataque lascivo de extraños, en cambio tienen más poder los días miércoles por ser protegidas del dios mayor (De Wotan u Odín en anglosajón y deriva en inglés como Wendsday).
Las hadas no solo son dotadas de bondades y virtudes como se sabe, también tienen una parte oscura en su ser, uno de sus principales defectos recae en ser seres terriblemente envidiosas y vengativas si se les hiere de manera desconsiderada.
En los antiguos pueblos que estaban cerca de cualquier lago o rio se tenía una tradición muy arraigada, la cual, consistía en dejar por las noches una vasija llena de leche afuera de la puerta de cada hogar para que las hadas no se sintieran ignoradas y ofendidas a caer la noche, algunas de estas tradiciones se han conservada a lo largo de los años. Cuando el nuevo mundo se pobló de humanos nórdicos, escandinavos, irlandeses y demás del norte de Europa se perdieron muchos de estas costumbres, pero al igual que los dioses nórdicos, las hadas del agua perdieron poder al ser olvidadas por mucha gente lo cual disminuyo su espíritu.
Aun en nuestros días, por designios de los cuentos y leyendas antiguas no falta alguna pequeña niña ucraniana que por las noches sale a dejar leche para que las hadas no se sientan menospreciadas.


domingo, 1 de septiembre de 2013

Hadas del reino del bosque





Las anjanas son hadas que habitan los bosques cántabros, a primera hora de la mañana o al ponerse el sol es más fácil encontrarlas,  son pequeñas de apenas medio metro de altura y brillantes ojos negros o azules. Su cabello, largo y  dorado, su mirada tierna y confiada transmiten una serenidad, se dice que se les han visto unas alas casi imperceptibles.
Estas hadas son muy dulces y bondadosas siempre aguardan para ayudar a los desesperados, suelen ir acompañadas de un bastón que se ilumina en la noche en el cual se apoyan y con el curan a los animalitos que se encuentran heridos en el bosque.


Otras hadas que habitan en los bosques son las damas blancas las cuales viven en Holanda, Dinamarca, Irlanda y Alemania porque prefieren los climas fríos.  Son altas y delgadas, de cabello rubios y dulces ojos azules, vestidos de túnicas blancas recorren los bosques más fríos de Europa.

Se dice que estas hadas son bondadosas y cuidan de los hombres perdidos en los bosques, así como de las mujeres que están a punto de dar a luz y el parto es difícil, pero a pesar de que esto se cuenta en Europa del norte por su parte en España la presencia de estas hadas se considera asociada al mundo de los muertos. 

A pesar de que las damas blancas son amables y bondadosas por su parte en los bosques y prados del este de Francia habitan bellas hadas las damas verdes las cuales son casi invisibles ya que se camuflajean con sus largas túnicas verdes, a diferencia de otras hadas no se muestran bondadosas con los humanos y, si en ocasiones ayudan a un humano, es siempre a cambio de un favor.  

Las damas verdes son hermosas, altas, rubias y adornadas con joyas,  estas  hadas poseen una moral distinta a la de los hombres por lo que no ven  maldad en extraviar a los viajeros en los bosques, burlarse de los jóvenes y a modo de juego  les gusta enamorarlos y hacerlos sufrir terriblemente.  


viernes, 23 de agosto de 2013

El origen de las hadas.






Las hadas son criaturas mágicas que comúnmente son personalizadas como mujeres con alas, sus orígenes varían de pueblo en pueblo y todas ellas tienen algo en común,  las hadas tienen una estrecha relación con la naturaleza.





El pueblo celta fue el primer pueblo que defendió que las hadas descendían de los ángeles rebeldes.  Para esta cultura las hadas son los ángeles rebeldes que se refugiaron en los mares, en los montes y en los ríos cuando fueron expulsados del cielo.



 Otra teoría sobre los orígenes de estos seres místicos afirma que eran dioses y héroes que perdieron sus poderes cuando fueron desplazados por el dios cristiano. Por esta razón los irlandeses tratan a sus hadas como divinidades.




Algunos pueblos relacionan a las hadas con las almas de los niños que fallecieron sin recibir el bautizo. En Cornualles sostienen que los piskies, almas de niños no bautizados, aparecen en el crepúsculo en forma de pequeñas mariposas blancas.  



Los creyentes de la cultura clásica y del mundo griego y romano afirman que las hadas descendían de los antiguos dioses. Según esta creencia las hadas proveniente de los cruces entre los dioses, los titanes y los hombres,  lo que explica el conocimiento que tienen estos seres mágicos sobre la naturaleza y su relación con este. Se dice que cuando los romanos decidieron conquistar Europa las hadas les acompañaron y por ello esta creencia es similar entre los pueblos europeos.





Las hadas se separaron del hombre cuando este se decanto por la vida moderna alejada de la naturaleza. Ellas se vieron obligadas a dispersarse por todo el mundo para proteger los reinos animales y vegetales, aunque también extienden su poderío a la defensa de los megalitos, símbolos espirituales, que ponen en conexión el mundo celeste y el terrestre.